MÁQUINA CLASIFICADORA DE CÍTRICOS CON DESINFECCIÓN ULTRAVIOLETA

Los mecanismos de defensa inducidos por la aplicación de luz UV-C, así como las propiedades germicidas de este tipo de tratamientos, promueven la conservación de la calidad en las frutas (González- Aguilar et al. 2005).

La irradiación UV-C se ha estudiado como un tratamiento alternativo reciente para la preservación de frutas (Yaun et al. 2004), por ejemplo en frutos de fresa (Fragaria vesca Coville), manzana (Pyrus malus Borkh), mango (Mangifera indica L.), durazno (Prunus persica L.), limón (Citrus limon L.), uva de mesa (Vitis vinífera L.), tomate (Lycopersicum esculentum Mill.) y otros (Rivera-Pastrana et al. 2007).

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La aplicación de irradiación UV-C en frutas ha resultado un sistema efectivo para prolongar la vida útil de estos productos por ser letal para la mayoría de microorganismos. Baka et al. (1999), aplicaron luz UV en frutos de fresas frescas para controlar la pudrición causada por el hongo patógeno Botrytis cinerea y encontraron que dosis de 0,25 y 1,0 kJ/m2 resultan efectivas a temperaturas de almacenamiento de 4 a 13°C para extender la vida útil de los frutos por 4 a 5 días. Stevens et al. (1997), señalaron que el tratamiento con UV-C fue efectivo para contrarrestar la pudrición causada por Monilinia fruticola en durazno y el deterioro por ataque de Penicillium digitatum en mandarina (Citrus reticulata Blanco). Kim y Hung (2012), estudiaron el efecto de la luz ultravioleta sobre Escherichia coli O157:H7 en mora azul, logrando reducir la población microbiana desde 109 UFC/mL hasta 5,83 log UFC/g con una distancia corta (0,9 cm) entre el sustrato y la lámpara.